La influencia del
pensamiento sociológico en América Latina
La educación en el marco de la modernización de los estados
latinoamericanos.
El estilo de desarrollo tradicional, la Sociedad latinoamericana se
caracterizaron por una estructura social poco diferenciada, donde la
agricultura constituiría la base la producción.
La población de los altos grados de nacionalidad caracterizada por una
baja escolaridad el paso de este tipo de organización a uno de tipo
modernizante afectó el desarrollo del sistema educativo, lo que condujo
posteriormente en forma paralela a la industrialización, una estructura asocial
caracterizada por el fortalecimiento de una clase media constituida por
profesionales.
La posición de ramas se confirma cuando se analiza la casa del maestro
latinoamericano, que su primer seminario regional de educación para América
Latina en 1940 patrocinado por la OEA. En este seminario a la educación se le
asigna una tarea importante en el cambio social la erradicación del
analfabetismo, las condiciones de insalubridad y otra que se requiere eliminar
para aspirar al establecimiento de un régimen democrático al que se aspira.
Se percibe la carta una concepción
de la educación y el maestro escribirá claramente por la posición de Durkheim.
La tarea del maestro es un apostolado requiere sacrificio de una ética del
compromiso, lo que se justifica por los aportes sociales son los que están
comprometidos de ese modo se plantea como tarea del maestro.
En lo ético: trabajar por los más altos valores morales iluminen indica
la conciencia de conducta integral de los individuos, hasta llevarlos a la
categoría de personas responsables.
En lo científico: transmitir los elementos básicos de la ciencia y despertar
la inquietud por ampliar el conocimiento.
En lo social convertir en agentes estructurador y perfeccionador de la
democracia a fin de contribuir eficazmente a la rectificación de las
injusticias sociales y señalar normas de más justa convivencia.
Para lograr lo anterior el maestro de poseer una cultura general que lo
capacite para:
Comprender y apreciar los valores universales de la cultura, interpretar
objetivamente el momento histórico mundial y defender la dignidad humana.
Tener acendradas convicción y actitudes ser capaz de una valerosa
decisión para difundir y defender la democracia como el mejor sistema de
convivencia social.
Ser colaborador responsable en todo momento en la tarea de llevar
material visualmente a nuestros pueblos.
Poseer condiciones físicas y morales que lo capaciten para encauzar sus
energía, tener y realizar iniciativas, desarrollar su esfuerzo creador,
adaptarse a las exigencias del trabajo, resistir la influencias ambientales
negativas y en una palabra ser para los demás es signo constante de una vida
consagrada a su misión social
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