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viernes, 2 de agosto de 2013

Antonio Gramsci y la Función Política de la Educación


Antonio Gramsci y la Función Política de la Educación


Político y filósofo italiano, nace en 1981 y muere en 1937 escribe lo mejor de su obra en la cárcel Italia. Su obra fue ignorado durante mucho tiempo, sin embargo muchos de sus conceptos resultan de gran utilidad hoy día, por ejemplo el de bloque histórico, hegemonía y consenso.

Para Gramsci  un bloque histórico en una situación histórica global, que se caracteriza porque un grupo dirigente logra su hegemonía es decir mantener el poder político, por consenso. La dirección por consenso implica el predominio de la sociedad civil (es decir lo ideológico) sobre la sociedad política (la coacción).

Los intelectuales para desempeñar un papel fundamental en las concepciones de  Gramsci, pues son los encargados de la construcción teórica ideológica que legitima al grupo hegemónico. Señala así en todo grupo social que surja sobre la base original de una función esencial en el mundo de la producción económica establece junto a él, orgánicamente uno o más tipos de intelectuales que le dan homogeneidad no sólo en el campo económico, sino también el social y el político.

Estos son los verdaderos intelectuales orgánicos que responden a los intereses de una clase fundamental. Gramsci distingue a estos intelectuales orgánicos productores de ideología, de aquellos que la producen.

En la segunda categoría ubica el educador, común, aunque algunos pueden ser también orgánicos y tiene una participación activa en la construcción de teorías o concepciones educativo-ideológicas que permitan legitimar las acciones de la clase en el poder.

En este marco es que Gramsci ubica la educación y la función del maestro para la escuela es el instrumento de preparación de intelectuales de diversas categorías. Considera que la escuela representa el enlace entre el mundo del trabajo y la construcción del nuevo humanismo y la nueva cultura.

Es tarea del maestro guiar al niño hacia la autodisciplina que los conduzca a realizar elecciones responsablemente. Sólo así podrá tomar posiciones futuras ante la búsqueda del consenso de las diversas posiciones en pugna.

El maestro es un intelectual que puede asumir una función política en la conducción del bloque histórico. De ahí la necesidad de dignificar su papel en la sociedad. La pedagogía y la política van de la mano, como los mecanismos que pueden conducir a la construcción de sociedades que favorezca los más altos niveles de desarrollo humano.

La posición de Gramsci permite concebir la función del maestro como algo más que simple instrumento del Estado, aunque también puede desempeñar ese papel. También su concepción trasciende la función de simple seleccionador técnico para la estratificación social que le asigna parsons.

Esto conduce al educador a una elección libre y responsable de su función ya sea para  de generar los vínculos orgánicos, es decir, la biología para que el grupo en el poder se mantenga. O bien, para el disenso o el cuestionamiento de esa organización social. 

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